martes, 20 de enero de 2015

¿Está seguro que usted es Nisman?

Ayer tenía ganas de escribir algo sensato sobre la muerte del fiscal Nisman, pero me parecía que lo único sensato era el silencio. Hoy creo que se puede intentar balbucear algo sobre lo sucedido ayer a partir de la noticia de su muerte. Sobre su muerte creo que lo mejor es mantener silencio.

Durante la mañana y las primeras horas del mediodía los medios de comunicación profesaban lo obvio: se trata de un hecho muy grave, hay que investigar lo sucedido, el gobierno debe despejar las dudas, hay que guardar las supuestas pruebas de Nisman sobre el encubrimiento de la causa AMIA. Macri y Massa también se calzaron el traje de profetas de lo obvio, y luego de entrenar sus mejores caras de preocupados, repitieron lo mismo que exigían los medios: la gravedad, la investigación, las dudas repitiendo las mismas palabras: gravedad, investigación, dudas, pruebas. Mientras tanto los medios exigían que Cristina Fernández apareciera en la escena del circo para realizar más o menos las mismas piruetas.



Por la noche, casi a la misma hora en que Cristina hizo circular una carta no muy afortunada, irrumpió algo que no esperaba: algunas esquinas y algunas plazas se colmaron con individuos con carteles y proclamas que rezaban: “Yo soy Nisman.” Sobre esto quisiera detenerme, puesto que me ha costado decodificarlo.   

En primer lugar no creo que el “Yo soy Nisman” sea un reconocimiento a su labor como fiscal de la causa Amia puesto que dudo que quienes se manifestaron estuvieran al tanto de las 260.000 páginas (fojas) que tiene el voluminoso expediente. Tampoco creo que sea un reconocimiento por la denuncia contra la Presidenta, puesto que nadie ha leído las 350 páginas de la denuncia. Según intuyo, pero con muchas dudas, el “Yo soy Nisman” se inscribe en una sospecha hacia el gobierno. De hecho, creo que una buena parte de quienes que se manifestaron ya eran opositores antes de la muerte de Nisman.

A horas de la noche la fiscal del caso ya había sostenido que no había una tercera persona en la escena del crimen, pero me parece muy interesante que parte de la población descrea de los relatos judiciales y siga sospechando del gobierno. Sin embargo, sobre este punto, me interesa detenerme en tres puntos:
1- Si usted cree que Nisman se suicidó por las respuestas gubernamentales frente a la denuncia, debería saber dos cosas: 1- Por un lado es esperable que ante una acusación se enuncie una defensa. “Si usted es Nisman” debería saber esto;  2- Por otro lado el debate con acusaciones cruzadas forma parte de la política. Si usted sale a la calle por su compromiso con su país debería saber de qué se trata la política;    
2- Si usted cree que a Nisman lo mataron los servicios de inteligencia, o se suicidó por presiones de los servicios, y culpa al gobierno por no haber democratizado a los servicios, debería saber dos cosas: 1- Por un lado estamos de acuerdo en que el gobierno –ni este ni ningún otro de la recuperación de la democracia- no ha democratizado los servicios de inteligencia pero; 2- Tenga en claro que la democratización de estos servicios no se hace con el diálogo republicano que usted tanto pregona. Meterse con los servicios no es tan sencillo, y quizás puede traer consecuencias tan terribles como las de Nisman.
3- Si usted cree que a Nisman lo mató el gobierno tenga en claro lo siguiente: 1- El pasado no se puede conocer, pero a partir de ciertas medidas es posible construir un relato más o menos plausible. “Si usted es Nisman” sepa que Nisman era fiscal y si trabajaba bien no construía esos relatos escuchando a los profetas de lo obvio, ni (solamente) a partir de supuestos y prejuicios que estaban en su cabeza. Nisman no hubiera salido a ninguna plaza pensando que un gobierno había matado un fiscal porque todavía no tenía pruebas para sustentarlo; 2- Si a Nisman lo mató el gobierno, entiendo que usted salió a repudiar un acto de violencia institucional. En ese caso me gustaría verlo en esas calles y plazas ante otros episodios de violencia institucional como la represión de la protesta social  o el gatillo fácil.        

Teniendo en cuenta lo anterior, ¿está seguro que usted es Nisman?

Más que la noción de conciencia de lo que uno es (“conciencia de clase” de cierto marxismo), me atrae la corrección de ranceriana de una conciencia de lo que uno puede dejar de ser y llegar a ser, pero aquí quisiera recordar que en algún trabajo Gramsci sostenía que buena parte de las rebeliones y manifestaciones son protagonizadas por sectores populares, pero la clave era si tenían conciencia de la dirección política de esas manifestaciones. La manifestación de ayer no fue protagonizada por los sectores populares. La manifestación de ayer no tuvo una dirección política visible, pero quizás los profetas de lo obvio estuvieron en su configuración.    


  

2 comentarios:

  1. Mauro, tu punto 2.2. es problemático (y no). ¿Te parece que merece la respuesta "Meterse con los servicios no es tan sencillo, y quizàs puede traer consecuencias terribles"? Hay algo o vacío, o medio facho en la respuesta. Trataría de mejorara por dos razones: me parece el debate interesante que abre toda esta locura, y sería bueno que se debata no como una "cuestión de compleja no republicanizable"

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    1. Tenés razón Mariela, no fue una frase feliz pero apuntaba a lo que vos decís. Gracias por marcarlo.

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